¿Conoces todos los secretos para una rutina de limpieza facial infalible? ¿Sabes qué productos son los más adecuados? ¿Y los imprescindibles? ¿Es mejor hacerla de día o de noche? En el post de hoy te damos todas las claves para saber cómo realizar una limpieza facial en casa, y no fallar en el intento. ¿Nos acompañas?
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Cómo hacer una limpieza facial diaria
Lucir un cutis suave como la seda es un objetivo que todos y todas nos planteamos cuando cumplimos cierta edad, ¿verdad? Para ello, el primer paso es mantener el rostro en perfecto estado y, después, tratar de mantenerlo el máximo tiempo posible. Por eso, lo ideal es empezar con una limpieza en el rostro que nos ayude a darle un aspecto más joven y luminoso.
Lo ideal es cada cierto tiempo realizar una limpieza facial casera para poder cumplir este objetivo. Pero sabemos que en algunos casos es imprescindible recurrir a un tratamiento de limpieza de cutis profunda de manos de un profesional para tratar esas imperfecciones ante las que poco o nada podemos hacer con nuestras propias manos.
Limpieza de rostro: cómo empezar
Una cosa está clara: ninguna piel puede estar perfecta si no se limpia a conciencia. Podemos tener los mejores productos para una limpieza facial profunda, pero si no sabemos utilizarlos adecuadamente su uso será en vano. ¿Es posible, entonces, realizar una rutina de limpieza facial diaria en pocos pasos? Sí, por supuesto. Para ello, tan solo es necesario seguir un protocolo de higiene que a continuación explicaremos y tener a mano algunos productos imprescindibles. Ah, y una pizca de paciencia.
Venga, vamos con los pasos.
7 pasos para una limpieza facial en casa
Paso 1: Lavado sencillo
¿Estás maquillada? Ya sabes el primer paso: agarra tu agua micelar y elimina todos los restos de maquillaje, haciendo especial hincapié en ojos y labios. Después, lávate la cara con agua tibia y un jabón neutro. El objetivo es retirar las impurezas acumuladas en el rostro, así como la suciedad y grasilla que pueda retener tu piel. Ahora, nuevamente, pasa alrededor del rostro y cuello un disco de algodón mojado en agua micelar.
Paso 2: Aplica un exfoliante
El segundo paso para la rutina de limpieza de cutis casera es aplicar un exfoliante facial. ¿Cómo? Muy fácil: con el cutis ligeramente húmedo, aplica el exfoliante en pequeñas cantidades incidiendo sobre todo en nariz y mejillas. Empieza por la frente y desciende poco a poco por el contorno de la cara con movimientos circulares. ¡Ah! Y no olvides los labios. En este paso eliminarás pieles muertas, restos de suciedad… Puedes utilizar a diario un exfoliante físico, pero te recomendamos complementarlo con un exfoliante químico como el Sistema iluminador en 2 pasos de Intense. La frecuencia dependerá de tu tipo de piel.
Paso 3: Abre los poros
Ya hemos pasado la mitad del proceso. Ahora toca abrir los poros. Para ello, basta con realizar un baño de vapor. Tan solo pon agua a hervir y, cuando esté lista, acerca tu rostro unos 30 centímetros al recipiente que uses. Un consejo: cubre tu cabeza con una toalla y aguanta en esta posición 10 minutos. Además de conseguir abrir los poros, también conseguirás mejorar la circulación sanguínea.
Paso 4: ¡Adiós espinillas y puntos negros!
Ya con los poros abiertos, nuestro rostro está listo para recibir, ahora sí, lo que sería una limpieza propiamente dicha, extrayendo los puntos negros y granitos que tenemos en la cara. Con las manos completamente limpias, utiliza las yema de los dedos (y, si es posible, envuélvelos con unas gasas antisépticas), para extraer esas espinillas o puntos negros.
Paso 5: Aplica un tónico
El siguiente (y penúltimo) paso para una limpieza facial en casa es aplicar un tónico. Utiliza un algodón o tus dedos siempre que estén limpios. El tónico tiene una doble función: por un lado, elimina cualquier impureza que no haya podido ser eliminada con los pasos anteriores y, por el otro, consigue cerrar los poros completamente. Esto último es fundamental para conseguir que la piel quede limpia y resguardada de cualquier agente contaminante externo.
Paso 6: No olvides la hidratación
Para terminar la limpieza de rostro casera el último paso es hidratar la piel. ¡Importantísimo! Posiblemente, después de todo el proceso, nuestra cara estará dañada y enrojecida. Por eso, es recomendable nutrir profundamente para regenerar la salud del cutis. Y, para ello, nada mejor que una buena mascarilla hidratante. Recuerda, después de aplicarla, realizar una nueva limpieza facial sencilla.
(Extra) Paso 7: Sérum y cremas para un extra de hidratación
Este paso no es obligatorio pero sí recomendable. El sérum es uno de los grandes olvidados si hablamos de una adecuada limpieza para el rostro. Lo recomendamos especialmente porque con él llegamos a las capas más profundas del cutis aportando un plus de vitalidad y luminosidad. También puedes añadir una crema hidratante para completar tu rutina de limpieza facial profunda.
Limpieza facial casera: productos recomendados
Si has leído todos los pasos, te habrás dado cuenta de que no son muchos pero sí algunos los productos para una limpieza facial diaria. Por ejemplo, si hablamos de limpieza propiamente dicha, deberás recurrir sí o sí a un agua micelar y a un tónico.
El Agua micelar con aceite de la línea Intense es un must-have de productos Tahe. Además de eliminar de forma suave y profunda los restos de maquillaje, contiene Ácido Hialurónico y Colágeno para dejar la piel confortable e intensamente hidratada. También puedes contar con un jabón facial como el Gel limpiador Complex, no es abrasivo y actúa como desintoxicante y purificante. ¿El tónico? Prueba con nuestra Loción multihidratante Complex.
En cuanto a los productos de hidratación facial, también tienes muchas posibilidades. Puedes elegir la Crema hidratante Anti-Maskne o la crema de la línea Intense. Como productos complementarios puedes encontrar sérums faciales, aceites, ácidos, contornos de ojos… ¡Tú eliges!
Doble limpieza facial: ¿es necesaria?
Ahora que ya sabemos de la importancia que tiene para nuestra piel una correcta limpieza del rostro en casa, deberíamos añadir (si no lo has hecho ya) la doble limpieza facial. ¿Sabes qué es? Se trata de una rutina de origen coreano que consiste en hacer primero una limpieza a base de aceite para eliminar la grasa y restos maquillaje. Y después, con un limpiador a base de agua, eliminar más impurezas y células muertas.
Si sigues los pasos y el protocolo de limpieza diario para la cara indicado anteriormente, tan solo tendrías que sustituir el agua micelar del primer paso por un aceite limpiador. De esta forma, cumplirías la primera fase de la doble limpieza de rostro con la que conseguirías retirar todas las impurezas con base grasa, que serían las partículas contaminantes y las células muertas acumuladas durante el día.
Rutina de limpieza facial: conclusiones
Como has visto, seguir una rutina de limpieza facial en casa no solo es recomendable sino que es imprescindible si queremos tener una piel brillante, hidratada y suave. A todas nos pasa que, al final del día (y más después de una larga noche), el cansancio nos puede y no es nada facial seguir este protocolo. ¡Pero es necesario!
De hecho, te recomendamos incluir este protocolo de limpieza para el cutis dos veces al día: por la mañana y por la noche. La mayoría de personas cree que es suficiente con realizarlo por la noche, pero lo cierto es que es igual de importante una limpieza facial de día, cuando nos levantamos de la cama, para retirar las impurezas que se generan al dormir. Al limpiar la piel retiramos esa suciedad, pero además la tonificamos y ayudamos a bajar la pequeña inflamación del rostro tras la noche.
Así que, ya lo sabes, con estos pasos y estos trucos de limpieza facial, el cuidado de tu rostro está más que asegurado. Y si quieres más consejos, aquí te dejamos un ritual de belleza para la cara para una vez que finalices la limpieza de rostro.
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